El año de 2011 – el primero del gobierno de la Presidenta de la República Dilma Rousseff – tuvo entre sus principales prioridades mantener el crecimiento económico y la generación de empleos observados en el gobierno del Presidente Lula como base para que Brasil pudiese sostener su proceso de desarrollo rumbo a la erradicación de la pobreza. Para eso, el Gobierno Federal mostró su capacidad de reaccionar de manera creativa y sofisticada a los distintos estímulos y restricciones impuestos por la coyuntura económica interna y externa, señalando el camino para que el país pueda conjugar la estabilidad monetaria con intereses más bajos y compatibles con la calidad internacional.
Para nosotros del BNDES, después de dos años de desembolsos récords y de intensa participación en los esfuerzos contra cíclicos del Gobierno Federal, 2011 fue marcado por la estabilización del nivel de liberación de recursos. El desembolso total de R$ 139,7 mil millones – abajo de los R$ 168,4 mil millones (R$ 143,4 mil millones, si descontados los R$ 25 mil millones de la operación especial de capitalización a Petrobras) registrados en 2010 y un poco arriba de los R$ 137,4 mil millones de 2009 – es compatible con los esfuerzos de elevación de la tasa de inversión de la economía brasileña y de ampliación de la participación privada en la financiación de largo plazo.
La actuación del BNDES es evidentemente más amplia que el valor total de sus desembolsos. El Banco viene esmerando su operación para conferir más eficacia a sus políticas y más equilibrio a sus objetivos económicos, financieros, sociales y ambientales.
El Informe de Actividades de 2011 busca atender a la inclinación de que los entes púbicos y las empresas divulguen no solamente sus resultados económico financieros, sino también su desempeño en los aspectos social y ambiental.
Denominamos este nuevo documento de Informe Integrado, pues relaciona elementos tales como: la estructura de gobierno del BNDES – órganos colegiados, flujos de concesión de financiaciones, metodologías de evaluación, guías socioambientales, gestión financiera y de riesgo, entre otros aspectos –, la planificación corporativa, la actuación internacional, las políticas de transparencia y a de gestión de personas, la participación del BNDES en las políticas públicas, además de indicadores financieros y de los resultados de sus actuaciones sectoriales y transversales, como en innovación, desarrollo regional y medio ambiente.
El Informe Integrado se fundamenta en el concepto de “sustentabilidad”, que me parece ser una relectura, más apropiada a las preocupaciones contemporáneas, del concepto de desarrollo, asociando el crecimiento económico con la innovación, la competitividad, el bienestar social, la calidad y preservación ambiental y el uso responsable de los recursos naturales. El BNDES, que es el banco del desarrollo, no podría dejar de también ser el banco de la sustentabilidad.
En ese sentido, marcaron la actuación del Banco en 2011 actividades como: el apoyo a 43 parques de energía eólica, que generarán más de 1.000 MW de potencial energético, para quiénes fueron aprobadas financiaciones de R$ 3,4 mil millones (inversiones de R$ 5,3 mil millones), números casi tres veces superiores a los de 2010; los proyectos de innovación para a sustentabilidad; la actuación en los entornos de los proyectos, que visa promover las oportunidades de desarrollo que pueden ser motivadas por las inversiones, potenciando la apropiación local de los beneficios de esos proyectos; y los desembolsos asociados a la economía verde, que fueron de R$ 18,5 mil millones, valor próximo a los registrados en 2010 y 2009, y un salto significativo con relación a la media registrada en el trienio anterior. Hay aún la actuación del BNDES como gestor del Fondo de Amazonía, cuyos recursos oriundos de donaciones nacionales e internacionales son invertidos en acciones de prevención, monitoreo y combate a la deforestación en la región, así como en la promoción de la conservación y del uso sostenible del Bioma Amazonía.
El BNDES ha dado apoyo creciente a las PYMES (MPEs) y personas físicas, cuyos desembolsos en 2011 alcanzaron R$ 35,8 mil millones, superior a los montantes récords registrados en 2010 y 2009. La Tarjeta BNDES una vez más tuvo un crecimiento vigoroso, alcanzando el año pasado desembolsos de R$ 7,6 mil millones (76% arriba de 2010), con un total de más de 540 mil operaciones (69% superior al año anterior). En 2011, fueron emitidas 130.845 tarjetas, registrando un total de 493.024 tarjetas.
El Fondo Garantizador para Inversiones (FGI) – instrumento de complementación de seguridades que, tal como la Tarjeta BNDES, será decisivo para ampliar el alcance del Banco con relación a las PYMES – tuvo, desde su creación, en mayo de 2010, hasta el fin de 2011, más de diez mil operaciones realizadas, con R$ 1,8 mil millones en inversiones aprobadas y R$ 1,3 mil millones de valores garantizados. Más del 92% del valor de esas operaciones fue realizado con PYMEs y personas físicas y cerca del 53% de los beneficiarios lograron crédito del BNDES por la primera vez.
El BNDES tuvo nuevamente en 2011 papel crucial en el fortalecimiento de la confianza empresarial y de la inversión. Las inversiones apalancadas por las financiaciones del Banco representaron cerca del 21% de la Formación Bruta de Capital Fijo (FBCF) del país. En la implementación de esas inversiones, fueron creados o mantenidos, directa e indirectamente, 4,8 millones de empleos.
Para eso, aportaron las aparcerías institucionales del BNDES, con destaque para la actuación conjunta con diversas instancias del gobierno, en especial el Ministerio del Desarrollo, Industria y Comercio Exterior (MDIC). El principal ejemplo quizá sea la participación del BNDES en la elaboración y ejecución de la noticia política industrial brasileña, el Plan Brasil Mayor (PBM), una iniciativa amplia, que involucra la articulación de varios ministerios y órganos públicos bajo el liderazgo del MDIC. Otro ejemplo importante es la participación del Banco en la financiación de proyectos del Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC), que es coordinado por el Ministerio de la Planificación. Hay también la continuidad del Programa de Sustentación de la Inversión (PSI), que tiene intereses ecualizados por el Tesoro Nacional, posibilitando costes financieros más bajos para líneas como las de adquisición de bienes de capital y de innovación. Con la Secretaría de Aviación Civil, el BNDES ha ayudado a modelar y a financiar las concesiones aeroportuarias.
Considero que el desempeño del BNDES, con relación a las metas estipuladas por la planificación corporativa para 2011, fue muy positivo. Merecen destaque los desembolsos que superaron las expectativas: R$ 56,1 mil millones para infraestructura, R$ 81,6 mil millones para ampliación de capacidad productiva, especialmente en la industria, R$ 19,8 mil millones para las obras del PAC y de R$ 2,6 mil millones para innovación, éste, un 60% superior a la meta. Los desembolsos correlacionados al desarrollo regional (R$ 29,6 mil millones) se pusieron próximos de lo esperado. Los desembolsos para desarrollo socioambiental (R$ 2 mil millones) y para comercio exterior e internacionalización (R$ 11,4 mil millones) alcanzaron cerca del 70% de las expectativas.
La agenda para 2012 se mantiene desafiadora. Como banco público volcado para el largo plazo, el BNDES tiene la misión de apoyar continuadamente inversiones prioritarias para economía brasileña. Algunos temas están presentes hace varias décadas, como ampliar la inversión y financiar proyectos de infraestructura. Hay nuevos objetivos que se incorporaron a la agenda prioritaria del Banco en los últimos años, como lo de fomentar la innovación, lo de promover la sustentabilidad socioambiental, lo de apoyar la modernización de la gestión pública y lo de incentivar el desarrollo local, la inclusión productiva y la ampliación del acceso al crédito.
Vale destacar algunos temas que serán especialmente relevantes en 2012. De ellos es el de apoyar las ventas externas de bienes y servicios intensivos en ingeniería para diversificar la pauta de exportaciones. Otro es reforzar la competitividad de los proveedores de partes, piezas y componentes de la industria de transformación, en especial la cadena de petróleo y gas. También serán relevantes nuevos proyectos relacionados a industrias como la farmacéutica y la de tecnologías de la información y comunicación (TICs). Hay aún la promoción de la financiación privada de largo plazo, esfuerzo siempre perseguido por el BNDES y que deberá recibir un nuevo y decisivo empuje con la convergencia de las tasas de intereses internas para la calidad internacional.
Para enfrentar esa agenda, el BNDES ha invertido, en los últimos años, en la incorporación de las mejores prácticas de gestión de recursos y personas y se ha empeñado en la implantación de sistemas integrados, el proyecto AGIR. Este año, el BNDES una vez más se concentrará en el fortalecimiento de capacidades directivas y técnicas. Para tanto, el Banco dará continuidad al trabajo desarrollado en 2011, que fue definido como el “año de la excelencia en gestión”.
En 2012, el BNDES completa sesenta años de existencia, ocasión que también será marcada por la realización de Rio+20, evento que reforzará la preocupación global de buscar el porvenir y mirar hacia el largo plazo. El BNDES persistirá en su misión histórica de ayudar a Brasil a enfrentar los grandes desafíos en dirección al desarrollo sostenible.
Luciano Coutinho
Presidente del BNDES